jueves, 2 de noviembre de 2017

Baúl olvidado

Acabo de encontrar un texto que escribí y me ha transmitido tanto que me gustaría compartirlo, espero que lo disfruteis.

COMPLEJOS DE UNA BINOMIAL



Supongo que cuando nos enfrentamos a una ruptura lo primero que hacemos es buscar culpables. Él, tú, la tercera persona… Y tras largo tiempo te darás cuenta de que la única culpa que hubo fue la inocencia de haberte enamorado de él de la forma en la que lo hiciste. En que lo hice… Es difícil de explicar; llega la primavera, huele a él, a suelo mojado por la lluvia del abril en que le conociste, a sudor limpio, a precipicio con nombre. Ya no pienso en el sexo de la misma forma, pues éramos “hacer el amor” y eso ya no se hace, ya no hay más amor. Piénsalo, yo lo hago, pienso en el amor y me sabe a tarta de hace días, a no peinarse por las mañanas, a café pasado de agua, a vivir sin importar cómo acabe el desastre. Desastre; es una pena que si cerráis los ojos como hago yo, no os escapéis a ese lugar entre mis párpados y el interior y le veáis diciéndome lo ‘desastritos’ que somos en nuestro mundo perfectamente imperfecto.

Un amor tan grande no debería acabar nunca. Me acostumbré a él como te vicias a tu canción favorita, de repente y repetidamente. Adorar cada lunar que formaba las constelaciones de su espalda, cada minuto de su mirada color café, cada gesto en él, esa barba con patas… No sabéis lo que es ver salir el sol por encima de su hombro, ni habéis visto caer Berlín en los muros de la pared de su cuarto, ni os habéis quedado atrapados en sus sábanas: no africanas, pero sí salvajes. Y con el tiempo...con el tiempo te das cuenta de que los Reyes no son Magos, que no existen calcetines de pie izquierdo (ni del derecho), y que los monstruos no siempre salen de los armarios, algunos andan sueltos por la calle y van rompiendo el mundo en pedacitos bajo sus pies, o sobre los corazones de aquellos ingenuos que aún creían que el amor mueve el mundo.

J

No hay comentarios:

Publicar un comentario