lunes, 22 de abril de 2019

M.

 Nota: antes de empezar a leer recomiendo abrir el enlace y leer con la musica. Así lo siento yo, así lo escribí.
                                                 
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M.

Poco se habla de aquellos que resurgen tu mundo día a día; y yo, una vez, prometí escribirte.
Aunque llegue algo tarde.. Para ti, amiga.

Siempre se ha dicho que "quien tiene un amigo, tiene un tesoro" y lo que nunca dijeron es que incluso los mejores amigos, pueden dejar de serlo. Dan igual las promesas que os hicierais o los momentos vividos, que todo se puede romper como una cuerda que de tanto tirar acaba por quebrar. Aunque, pasado el tiempo, solo recuerdas lo bueno, y es que poco se habla de los buenos momentos vividos.

Pocos textos se dedican con palabras bonitas o con anécdotas tronchantes, pero de eso sabes que tú y yo tenemos mucho. Poco recuerdo de cómo nos conocimos o de cómo eramos cuatro chicas que iban a comerse el mundo. Parece que haya pasado una eternidad desde aquellos días, pero hubo tantas llamadas, tantos mensajes, tantos minutos que no se pueden ni contar. Y yo llevo tantos borradores y minutos elaborando este texto para ti que casi llegan a la misma cifra. Pero me has dado tanto que todo texto se sabe a poco. Y sí, sé que soy un desastre, que estoy chiflada y que he perdido vida desde que no hablamos. Pero también sé que me dijiste una vez que el mundo debería estar lleno de personas como yo y que ya nadie puede quitarnos aquello que vivimos.

Poco se habla de amistades tan intensas, pero cada fiesta, cada estudio y cada clase era memorable por el simple hecho de que tú estuvieses en ella. Poco se habla de esos amigos que te llenan el vaso cuando lo ves medio vacío, o de los que se quedan a esperar 'el búho' aunque se mueran de frío una noche de invierno. Poco se habla de esos amigos que te quitan la botella cuando estas al borde de un abismo y evitan que te tropieces siempre con la misma piedra. Poco se habla de quien te anima a sentirte flor entre tantísimo capullo o quien te valora tal y como eres. Poco hemos hablado de las risas hasta que nos dolían las mejillas o tú diciéndome "éste no me gusta para ti" o "inténtalo, parece buena gente". Éramos uno en la universidad, y ahora, simplemente, no somos.

Pero es que nunca podremos olvidar todos los momentos que pasamos, los buenos y los no tan buenos. Yo me quedo con que conseguíamos arreglar las lágrimas con un tinto y celebrar cualquier chorrada con dos cervezas.

La amistad eras tú. No porque no me hayas fallado nunca, sino porque siempre he sentido que estabas conmigo. Gracias por esos años juntas.



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